miércoles, 3 de diciembre de 2008

monjas

Una monjita se sube a un taxi en medio de la noche oscura.

El taxista durante todo el camino se le queda mirando
por el espejo y cuando ella se da cuenta, le pregunta:

- Hijo... ¿Qué es lo que ves?

- Perdón madre, me da mucha pena decírselo, yo

no quisiera ofenderla.

- Pero, hijo mío, en mi vida yo he visto muchas

cosas y no creo que puedas decirme algo que
me pueda ofender.

- Bueno, es que toda mi vida he tenido la

fantasía de que una monja me haga sexo oral.
La monja se queda sin habla y luego dice:

- Pues... no lo sé, en primer lugar tendrías que ser

católico y además tendrías que ser soltero.
A lo que el taxista responde emocionado:

-¡Sí, yo soy católico y soy soltero!

La monja se queda sin argumentos y acepta

la propuesta del taxista .
Este se mete a un callejón y la monja le cumple su deseo.

Cuando han terminado, el taxista
empieza a llorar y pregunta la monja:

- Hijo, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras?

- ¡Perdóneme madre, he pecado!

Soy judío y estoy casado.

- No te preocupes, yo soy gay, me

llamo Arturo y voy a una fiesta de Halloween..

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